Jack Latham, reconocido fotógrafo británico, pasó un mes en Hanoi documentando una red clandestina conocida como granja de bots o granjas de clics, donde miles de dispositivos se utilizan para inflar artificialmente la interacción en redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok.

En estos talleres digitales, jóvenes trabajadores operaban miles de cuentas falsas desde dispositivos sincronizados con software automatizado.
Muchos de estos espacios estaban escondidos en viviendas residenciales o incluso hoteles, con teléfonos modificados sin pantalla ni batería, conectados a una sola fuente computarizada.
En uno de los lugares visitados, Latham descubrió incluso una operación familiar funcionando a plena luz del día.
El funcionamiento interno de una granja de bots
Estas granjas están diseñadas para replicar acciones como "me gusta", vistas, comentarios o seguidores utilizando cientos de teléfonos a la vez.
Cada dispositivo puede cambiar su dirección IP hasta 20 veces por día, lo que permite simular tráfico orgánico y generar interacciones masivas.
Los servicios se cobran a precios irrisorios: fracciones de centavo por clic o visualización. Un solo operador puede gestionar decenas de miles de cuentas falsas.
El objetivo: ofrecer resultados inmediatos y aparentar popularidad, tanto para contenidos comerciales como políticos.
Entre los contenidos que Latham fue contratado para promocionar se encontraban desde campañas políticas y teorías conspirativas hasta productos y publicaciones personales.
Muchas veces, los trabajadores simplemente veían su rol como un empleo más, sin cuestionar el impacto ético de sus acciones.
“Beggar’s Honey”: el libro que revela esta realidad
El resultado de esta investigación fue el libro «Beggar’s Honey», una obra que combina fotografía documental con imágenes abstractas inspiradas en videos y algoritmos.
A través de sus páginas, Latham muestra no solo el aspecto técnico y visual de estas granjas, sino también cómo cuestionan la autenticidad del contenido que millones de personas consumen a diario en internet.
Como parte del experimento, Latham compró una granja de bots portátil en Vietnam por aproximadamente mil dólares.
Con ella, promovió el lanzamiento del libro en Instagram, logrando más de 6.600 "me gusta", una cifra considerablemente mayor a la de sus publicaciones normales. Varios usuarios confesaron haber comprado el libro porque les pareció popular.
Implicaciones sociales y riesgos de desinformación
Este tipo de operaciones no solo afectan la credibilidad en redes sociales, sino que también han sido señaladas por su rol en la propagación de noticias falsas y mensajes políticos manipulados.
Su facilidad de adquisición y la falta de regulación en países del sudeste asiático contribuyen a que su uso se expanda sin control.
Las granjas de bots representan un reto para la autenticidad digital y la democracia informativa. Lo que parece real en línea, muchas veces no lo es.
Fuente fotográfica: Imágenes publicadas por Jack Latham en su proyecto «Beggar’s Honey».
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