La educación pública en República Dominicana atraviesa uno de sus momentos más críticos en décadas. A pocas semanas del inicio del año escolar 2025–2026, programado para el 25 de agosto, miles de padres y docentes denuncian problemas graves de infraestructura, falta de maestros y una alarmante carencia de cupos para estudiantes.
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Liceo Miguel Santiago Yanguela Gómez |
Faltan aulas y niños quedan fuera del sistema
Organizaciones como el Observatorio Educativo de la ADP advierten que más de 300,000 niños están fuera del sistema educativo por falta de espacio físico. Se estima un déficit de entre 6,500 y 7,000 aulas a nivel nacional. Esta situación provoca que muchas familias pasen días haciendo fila frente a las escuelas sin garantía de conseguir un cupo para sus hijos.
Déficit de docentes y clases interrumpidas
Actualmente, el país necesita entre 10,000 y 18,000 maestros adicionales. En algunas regiones, los estudiantes pasan semanas sin recibir clases por falta de docentes en materias fundamentales. Además, la sobrecarga laboral y las condiciones desfavorables provocan una alta rotación en el magisterio.
Escuelas deterioradas y sin condiciones mínimas
Padres y profesores denuncian que muchas escuelas operan en condiciones precarias: techos que filtran, baños inservibles, salones sin mobiliario y aulas improvisadas bajo carpas. En numerosos casos, las reparaciones llevan años sin concluir, mientras los estudiantes se ven obligados a tomar clases en espacios inseguros.
Falta de seguridad y servicios esenciales
La inseguridad en las escuelas también preocupa a los padres. En varias comunidades, la ausencia de vigilancia facilita robos, consumo de sustancias cercanas a los planteles y amenazas al entorno escolar. Además, el Programa de Alimentación Escolar no llega con regularidad a todos los centros, y en ocasiones se limita a meriendas básicas de bajo valor nutricional.
Inquietud por el ingreso de estudiantes extranjeros indocumentados
Una de las quejas más frecuentes entre padres dominicanos es el ingreso masivo de estudiantes haitianos indocumentados en las escuelas públicas, especialmente en zonas fronterizas y barrios populares. Denuncian que esta situación incrementa la saturación del sistema, desplaza a niños dominicanos en el acceso a cupos y genera tensiones sociales en las aulas.
En algunos casos, los directores de escuelas se ven obligados a aceptar estudiantes sin documentación oficial debido a presiones humanitarias o administrativas. Aunque organismos internacionales promueven el derecho a la educación universal, muchos ciudadanos demandan que se impongan controles migratorios más estrictos para evitar que la crisis educativa nacional se agrave.
Indignación y protestas ciudadanas
En provincias como Azua, Santo Domingo Norte, Los Alcarrizos y La Vega se han registrado protestas de padres y estudiantes reclamando aulas, docentes y condiciones dignas para estudiar. Las redes sociales también han sido un canal de denuncia activa, con hashtags como #EducaciónEnCrisis y #MiHijoSinEscuela.
Medidas anunciadas por el gobierno
El gobierno ha anunciado la construcción de más de 1,000 nuevas aulas y la incorporación de niños desde los tres años en las escuelas públicas a partir de este año. También se implementará una nueva asignatura de “Moral, Cívica y Ética Ciudadana” en todos los niveles. No obstante, las familias y educadores siguen preocupados por la ejecución efectiva de estas medidas antes del 25 de agosto.
Un desafío nacional urgente
La crisis educativa dominicana no solo afecta a los niños y jóvenes del presente, sino que compromete el futuro del país. Las voces de padres, docentes y estudiantes piden acciones concretas, eficientes y sostenidas para garantizar una educación pública de calidad, digna y equitativa para todos.
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