Estados Unidos – La compañía Westinghouse Electric Company anunció sus planes de construir 10 grandes reactores nucleares en territorio estadounidense antes del año 2030. El anuncio fue realizado por su director ejecutivo interino, Dan Sumner, durante una mesa redonda con el expresidente Donald Trump, celebrada en la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh.
 
El evento formó parte de una conferencia centrada en la energía y la inteligencia artificial, en la que se revelaron más de 90.000 millones de dólares en nuevas inversiones destinadas a centros de datos y la infraestructura energética del país, según informó la oficina del senador Dave McCormick, organizador del evento.
Reactores AP1000: energía para más de 7 millones de hogares
Sumner explicó que cada uno de los reactores AP1000 de Westinghouse tiene la capacidad de suministrar electricidad a más de 750.000 hogares. La construcción de los 10 reactores generará un impacto económico estimado en 75.000 millones de dólares a nivel nacional, incluyendo 6.000 millones en el estado de Pensilvania.
La empresa también anunció una alianza con Google para aplicar herramientas de inteligencia artificial que hagan el proceso de construcción más eficiente y replicable, lo que podría acelerar la expansión de esta tecnología en Estados Unidos.
Apoyo presidencial para la energía nuclear
Trump, quien ha expresado su respaldo a la energía nuclear como fuente limpia y segura, firmó en mayo cuatro órdenes ejecutivas para cuadruplicar la capacidad nuclear del país antes de 2050. Entre ellas, figura la meta de tener al menos 10 plantas nucleares en construcción para esa fecha, así como una revisión integral de las normativas de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC).
Un renacer tras la bancarrota
La historia reciente de Westinghouse no ha estado exenta de desafíos. En las últimas tres décadas, solo se han construido dos nuevos reactores nucleares en el país, ambos de tipo AP1000 en la planta Vogtle, en Georgia. El proyecto terminó con 18.000 millones de dólares de sobrecostos y un retraso de siete años, lo que llevó a la compañía a declararse en bancarrota.
No obstante, Westinghouse logró emerger de la crisis en 2018 y actualmente es propiedad de la minera canadiense Cameco y del fondo de inversión Brookfield Asset Management, lo que le ha permitido reposicionarse en el sector energético con un enfoque renovado.
Perspectivas para el futuro energético de EE.UU.
La apuesta de Westinghouse por los reactores nucleares se alinea con una estrategia más amplia de transición energética y soberanía tecnológica. La combinación de energía nuclear y avances en inteligencia artificial podría marcar el inicio de una nueva era de infraestructura energética, con beneficios tanto económicos como ambientales.
Con este ambicioso plan, Estados Unidos busca reducir su dependencia de fuentes fósiles y posicionarse nuevamente como líder mundial en tecnología nuclear.
Fuente: CNBC
 
 
 
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