
BOGOTÁ, Colombia — Dos ataques ocurridos el mismo día en Colombia dejaron al menos 13 personas muertas y decenas de heridos, en medio de una ola de violencia protagonizada por grupos armados que ha despertado temores sobre un posible regreso a los tiempos más violentos del país.
En Cali, la tercera ciudad más grande de Colombia, un camión bomba explotó cerca de una base militar, causando la muerte de al menos cinco personas y dejando decenas de heridos. Videos difundidos en redes sociales mostraron cuerpos ensangrentados y escombros esparcidos alrededor de un vehículo en llamas.
Horas antes, en la zona rural de Amalfi, Antioquia, un helicóptero de la Policía que participaba en operaciones antinarcóticos fue derribado por un dron. En el ataque murieron al menos ocho uniformados y otros ocho resultaron heridos. La aeronave apoyaba labores de erradicación manual de cultivos de coca, planta base para la producción de cocaína.
Aunque aún no está claro qué grupos están detrás de los ataques, las autoridades colombianas responsabilizaron a disidencias de las FARC, facciones que no aceptaron el acuerdo de paz de 2016 o que regresaron a la lucha armada tiempo después.
Desde inicios de este año, el país atraviesa uno de los periodos más violentos desde la firma del acuerdo, mientras el gobierno de Gustavo Petro intenta sin éxito negociar la paz con diversos grupos armados. Petro, primer presidente de izquierda en Colombia y exguerrillero, llegó al poder con la promesa de alcanzar una “paz total”, pero los diálogos se han roto y las ofensivas de los grupos han aumentado.
Autoridades de Estados Unidos, incluido el secretario de Estado Marco Rubio, han criticado duramente al gobierno de Petro por no controlar la violencia armada y por el incremento en la producción de cocaína.
Presidente Petro da a conocer a uno de los presuntos responsables del atentado en Cali
A través de su cuenta de X, el jefe de Estado dio a conocer la imagen de uno de los presuntos responsables del atentado en las inmediaciones de la base aérea Marco Fidel Suárez de Cali. De acuerdo con el primer mandatario, se trataría de alias Sebastián, quien, según Petro, pertenecería al Estado Mayor Central, de las disidencias de las Farc.
Este es uno de los presuntos responsables del atentado en Cali con camión/bomba, capturado por la comunidad en el lugar de los hechos. Es alias Sebastián y pertenece a las estructuras del EMC, dirigidas por alias Marlon, subordinado a la Junta del Narcotráfico pic.twitter.com/Oc9IUXo1c6
— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 22, 2025
Elizabeth Dickinson, analista del International Crisis Group, advirtió en X que los ataques representan “un alarmante deterioro en el respeto por las normas básicas del combate” y señaló que el uso creciente de atentados asimétricos marca un peligroso giro en el conflicto.
El atentado en Cali se suma a una serie de ataques recientes de disidencias de las FARC contra instalaciones militares y policiales en la región. En junio, explosiones cerca de estaciones de policía en Cali y el Cauca provocaron varias muertes. A mediados de este año, el grupo armado conocido como Estado Mayor Central advirtió a la población civil mantenerse alejada de instalaciones militares ante posibles ataques.
Petro calificó los hechos como actos de “terrorismo” por parte de facciones guerrilleras vinculadas a una “junta” de narcotráfico. Desde Valledupar, afirmó que el ataque al helicóptero refleja que el frente guerrillero de esa región solo se dedica al cultivo de coca y está ligado directamente a la economía ilícita del narcotráfico.
Sobre el atentado en Cali, Petro dijo que la disidencia en esa zona ha pasado a una estrategia de “acción plenamente terrorista” destinada a generar pánico en la población civil. “Una batalla entre fuerzas armadas no es lo mismo que asesinar a civiles desarmados”, enfatizó.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, informó en su cuenta de X que se implementaron protocolos de seguridad urgentes y anunció una recompensa de 400 millones de pesos colombianos (casi 100.000 dólares) por información que conduzca a los responsables.
La misión de la ONU en Colombia también condenó los ataques y pidió detener la violencia, proteger a la población y garantizar la justicia.
Estos hechos se producen pocos días después de la muerte del senador y aspirante presidencial Miguel Uribe Turbay, asesinado en un evento de campaña en Bogotá dos meses antes.
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